La mayoría de la gente se siente incómoda al hablar de dinero con cualquiera, y mucho más al discutirlo con su jefe. Pero, de todas formas, es importante aprender a negociar tu salario. Si nunca pides un aumento, es menos probable que te paguen de forma justa.
Los aumentos no están garantizados. Algunas organizaciones son proactivas con los aumentos salariales y revisan el rendimiento de los empleados a intervalos regulares de seis o doce meses, ajustando la compensación junto con esas evaluaciones. Sin embargo, muchas organizaciones solamente conceden aumentos si el empleado lo solicita.
¿Con qué frecuencia pedir un aumento?
En la mayoría de los casos, no deberías pedir un aumento más de una vez al año. Por supuesto, hay excepciones a esta regla, como si su empleador no le concedió un aumento hace seis meses a sus empleados, pero prometió volver a tratar el tema en otros cuatro meses en función de los objetivos de rendimiento o de los fondos disponibles.
Otra oportunidad puede ser después de un logro importante, como conseguir un gran cliente, organizar un evento con éxito, conseguir una subvención importante, introducir una medida de reducción de costes con éxito o cerrar un gran negocio.
Prepárate antes de pedirlo un aumento de tu salario
Por mucho tiempo que pase, no pidas un aumento de salario hasta que no tengas una justificación convincente para ello. Lleva un registro diario o semanal de tus logros en el trabajo para tener pruebas a las que recurrir cuando hagas tu petición.
Haz hincapié en los resultados que repercutan en la cuenta de resultados, ya sea un aumento de las ventas, un ahorro de costes, una mejora de la calidad o la retención de los empleados. Mencione si ha añadido habilidades (a través de una clase o formación), si ha asumido responsabilidades adicionales, si ha completado un proyecto con éxito o si ha superado los objetivos fijados a principios de año.
Ten en cuenta que el simple hecho de cumplir con las responsabilidades detalladas en la descripción de tu puesto no justifica un aumento. Los jefes buscan empleados que vayan más allá de los niveles de trabajo y productividad requeridos. Documente las cosas que ha hecho y que su jefe valora y, de este modo, haga que ellos también queden bien.
Antes de pedir un aumento, investiga el salario medio y los aumentos medios para tu puesto en tu localidad. ¿Está tu salario en el nivel del mercado? ¿Más bajo? ¿Más alto? Utiliza tu investigación para reforzar la cantidad que pides.
Calcula el tiempo de tu petición
El momento es importante cuando se trata de pedir un aumento. No lo pidas cuando tu jefe tenga un mal día. Y no hagas la petición si la empresa no va bien. (Si se produce la noticia de que se ha cerrado un acuerdo importante, por ejemplo, pide que se reprograme la reunión sobre tu salario).
Ten en cuenta también cuándo se suelen conceder los aumentos. A continuación, intente hacer su petición con unos meses de antelación. Por ejemplo, si su empresa concede ascensos o aumentos por el coste de la vida al final del año fiscal, en junio, intente solicitar un aumento en abril. De este modo, su jefe tendrá tiempo para estudiar su petición y reunirse con los responsables de determinar quién recibe un aumento (y por cuánto).
¿Es posible un ascenso?
Ten en cuenta que una de las mejores maneras de mejorar tu sueldo es conseguir un ascenso. Si hay una vacante adecuada por encima de su nivel o si puede justificar la reclasificación de su puesto a un nivel superior, pregunte a la dirección sobre la posibilidad de un ascenso.
Los ascensos suelen ir acompañados de aumentos más significativos que los que normalmente se conceden como parte de los ajustes salariales regulares. Los aumentos salariales asociados a los ascensos suelen oscilar entre el 10 y el 15%, mientras que los aumentos salariales por rendimiento suelen ser del 1 al 5%.
Cómo pedir un aumento
Como puede ver, pedir un aumento no es nada espontáneo. Hay que estar bien preparado antes de solicitarlo. Las mejores prácticas para conseguir un aumento de sueldo incluyen
– Preparar una agenda para la reunión y unos guiones salariales. Tener un argumento de por qué te mereces más y estar preparado para discutirlo.
– Vestirse como es debido. Aunque el código de vestimenta de tu oficina sea informal o inexistente, no es el momento de acudir al trabajo con tu atuendo playero. Viste de forma profesional. Cuando termine la reunión, tu jefe debería pensar en el caso que has construido, no en lo que llevabas puesto durante la conversación.
– Tener un plan B. ¿Qué harás si tu jefe te dice que no, y no te ofrece la esperanza de un aumento en un futuro próximo? Rara vez es aconsejable renunciar en el acto, pero te sentirás más seguro en la discusión si tienes un plan de respaldo, por ejemplo, buscar oportunidades en otras empresas.
Y, aunque algunos expertos coinciden en que es mejor pedir un aumento en persona, enviar un correo electrónico tiene sus ventajas. Por un lado, puede que te sientas más cómodo exponiendo tu caso por escrito, y tu jefe puede preferir tener algo de tiempo para revisar y considerar tu petición.
Pero al final de cuentas el primer paso para pedir un aumento de salario en tu trabajo, es teniendo un trabajo. Es por eso que te invito a ver mi curso, donde encontraras las herramientas para conseguir el mejor empleo disponible. Solo debes darle click aquí para ver más.