En mi compromiso con los líderes, trabajo con ellos para evaluar sus competencias de liderazgo, su carácter y su compromiso. En la mayoría de los casos, pueden articular fácilmente sus puntos fuertes, y muchos son muy conscientes de sus vulnerabilidades. Cuando hablamos del carácter, suele ser un momento más reflexivo de nuestra conversación, ya que no es una cuestión que aflore tanto.
A continuación, abordo su compromiso. Casi todos afirman rápidamente que están comprometidos, y algunos incluso se sienten suavemente ofendidos por el hecho de que haya hecho la pregunta. «Si no estuviera comprometido, no estaría aquí», bromea uno. «No me pagan lo suficiente, ¡pero sigo sentado en esta silla!».
Es en este momento cuando les invito a reflexionar sobre estas tres áreas del compromiso y a explorar dónde podrían necesitar más para crecer.
1. Aspiración.
Aspirar a una visión. ¿Cuántos años tiene su visión? ¿Sigue siendo relevante? ¿Y sigue inspirando a la acción? Si no es así, es seguro que su gente tampoco está inspirada. Tómese el tiempo de revisar esto a la luz de dónde se encuentran usted y su empresa hoy. Luego, revisa tu dirección y tus estrategias para asegurarte de que lo apoyan mejor.
2. Compromiso.
Implíquese y encuentre soluciones. Sumérgete en los numerosos problemas a los que te enfrentas como líder, en tu empresa y en tu sector. Recurra a los cerebros adecuados para dar un giro a las viejas ideas e idear soluciones creativas a los problemas. Vea el oro del crecimiento continuo por sí mismo. Admita y examine las áreas de la empresa que requieren ser refinadas o reorientadas. Reconozca los méritos de la colaboración al examinar los retos del sector y decida formar parte del liderazgo de pensamiento que proporciona las respuestas.
3. Sacrificio.
Esté dispuesto a hacer sacrificios en pos de la visión. Si lleva muchos años en el liderazgo o su empresa lleva mucho tiempo establecida, puede haber focos de complacencia que impidan su capacidad de avanzar. Es posible que no sean fácilmente visibles, así que cuando comparta la visión de nuevo, asegúrate de que se comparte en todos los niveles de tu organización. Pide a cada área de responsabilidad que realice una prueba de fuego examinando los sistemas, procesos y protocolos para ver si son los que mejor apoyan la visión y su dirección. A continuación, define los comportamientos y actitudes que desea ver que reflejan los valores de la empresa. ¿Qué tiene que cambiar? ¿Qué debe desaparecer o adoptarse? Permanecer «en su sitio» con lo que siempre ha funcionado es una señal segura de que no se está actualizando y, por defecto, podría estar en vías de desaparecer.
En esencia, el compromiso en estas tres áreas requiere que te remangues y hagas el trabajo duro necesario para liderar bien. Le reto a que utilice este marco para considerar la eficacia de su propio liderazgo y el de su equipo ejecutivo.