La mayoría de nosotros no somos tan productivos como quisiéramos por dos razones: Tenemos malos hábitos que interfieren con nuestra productividad en el trabajo y somos reactivos en lugar de proactivos, apagando incendios en lugar de avanzar hacia nuestros objetivos.
La solución es sencilla, aunque no siempre es fácil. Podemos sustituir nuestros malos hábitos y patrones reactivos por buenos hábitos que nos hagan ser proactivos, y tomar las riendas de nuestra jornada laboral. Siga estos consejos sobre cómo aumentar la productividad y convertirse en su mejor y más productivo yo en el trabajo.
Haz tu trabajo pesado cuando estés en tu mejor momento
Hay un sinfín de consejos para que la gente no haga las tareas mentales más pesadas, como contestar el correo electrónico o las tareas rutinarias por la mañana, sino que empiece a hacer las tareas más exigentes desde el punto de vista creativo, lo que está muy bien si eres una persona madrugadora. Si eres más bien un búho nocturno, como yo, obviamente esto no te va a funcionar bien.
Deja de hacer varias cosas a la vez
Es un asesino de la productividad. Las investigaciones demuestran que la productividad puede reducirse hasta en un 40% por los bloqueos mentales que se crean cuando la gente cambia de tarea. Y lo que es más sorprendente, en un estudio de la Universidad de Londres, el coeficiente intelectual de algunos hombres que realizaban varias tareas descendió 15 puntos.
Prepara una lista de tareas cada noche
Las listas de tareas son una ayuda inestimable para la productividad. Le permiten organizarse, le proporcionan concentración y le recompensan con sentimientos de satisfacción cuando puede marcar las cosas que ha realizado.
Hacer (o actualizar) una lista de tareas cada noche significa que no perderás tiempo al comienzo de la jornada laboral buscando tu tarea. Incluso puedes intentar hablar de tu lista con alguien.